
El Festival Internacional de Cine de Venecia fue testigo de uno de los momentos más conmovedores de su edición número 82. Dwayne Johnson, conocido mundialmente como The Rock, no pudo contener las lágrimas tras el estreno de The Smashing Machine, donde interpreta al luchador de artes marciales mixtas Mark Kerr. La proyección culminó con una ovación de pie de 15 minutos, consolidándose como una de las reacciones más largas y emotivas de este año en el Lido.
Johnson, de 53 años, se mostró visiblemente conmovido mientras los aplausos retumbaban en la sala, acompañado por el director Benny Safdie y su coprotagonista Emily Blunt. El actor, que durante décadas ha sido sinónimo de cine comercial gracias a títulos como Jumanji, Black Adam o Fast & Furious, sorprendió al público con una interpretación cruda y vulnerable, muy alejada de los papeles de acción que lo catapultaron a la fama.
La transformación de Johnson y el poder de Safdie
En esta producción de A24, con estreno previsto para noviembre, Johnson se somete a un cambio físico radical. Con la ayuda de prótesis y una caracterización minuciosa, da vida a Kerr, dos veces campeón de peso pesado de UFC en los años 90, un hombre talentoso pero atormentado por sus demonios personales. La actuación fue calificada como visceral y honesta, recordando a la audiencia el renacer de Brendan Fraser en The Whale, también aclamado en Venecia en 2021.
Blunt, quien interpreta a Dawn Staples, pareja sentimental de Kerr, se convierte en el ancla emocional de la historia. La complicidad entre ambos actores ya había quedado demostrada en Jungle Cruise, pero en este proyecto adquiere una dimensión mucho más dramática. Durante la proyección, la actriz también recibió un caluroso reconocimiento del público.
Antes de entrar a la sala, Johnson saludó a cientos de fanáticos, firmó autógrafos y posó para selfies en una de las alfombras rojas más deslumbrantes de Europa. Incluso, entre los vítores, un seguidor gritó la célebre frase de su época como luchador: “¿Puedes oler lo que está cocinando The Rock?”, arrancando risas tanto al actor como a los asistentes.
El intérprete confesó en entrevistas previas que eligió este proyecto porque buscaba un desafío diferente: “Quiero hacer películas que importen, que exploren la humanidad y el dolor”, señaló. Con esta declaración, dejó claro que su carrera ha entrado en una nueva etapa, donde la autenticidad y la profundidad dramática son sus principales motivaciones.
The Smashing Machine representa también un punto de inflexión en la carrera de Benny Safdie, quien debuta como director en solitario tras el éxito de Good Time y Uncut Gems, realizadas junto a su hermano Josh. La película no solo confirma su interés por historias intensas y personajes incómodos, sino que lo posiciona como un autor capaz de guiar a estrellas de primer nivel hacia terrenos artísticos poco explorados.
Con esta combinación de talento, emoción genuina y una narrativa desgarradora, The Smashing Machine se perfila como uno de los títulos más fuertes de la temporada de premios. Si el recibimiento en Venecia es un indicio, Dwayne Johnson podría estar encaminado a la nominación más importante de su carrera: el Oscar.