Nacido en Ontario, Graham Greene comenzó su carrera artística a principios de la década de 1980 con pequeños papeles en producciones como Running Brave (1983) y Revolution (1985), esta última protagonizada por Al Pacino.
Su salto a la fama llegó en 1990 gracias a su trabajo en Danza con Lobos, el exitoso western dirigido y protagonizado por Kevin Costner, que obtuvo siete premios Óscar, incluido el de Mejor Película. En esta cinta, Greene interpretó a Kicking Bird, el chamán de la tribu Sioux que entabla una estrecha relación con el personaje principal.
Su actuación le valió una nominación al Óscar como Mejor Actor de Reparto en 1991, convirtiéndose en uno de los intérpretes indígenas más reconocidos de Hollywood. Aunque el galardón fue finalmente para Joe Pesci por Goodfellas, este papel marcó el inicio de una carrera prolífica que lo consolidó como uno de los actores de carácter más respetados de su generación.
A lo largo de su trayectoria, Graham Greene acumuló numerosos premios y distinciones. Ganó un Grammy, un premio Gemini y un Canadian Screen Award, además de ser nominado al Independent Spirit Award. En su país natal, Canadá, su figura fue ampliamente reconocida: cuenta con una estrella en el Paseo de la Fama de Canadá y, en 2024, recibió el prestigioso Governor General’s Performing Arts Award, uno de los mayores honores culturales del país.
Greene, miembro de la comunidad Oneida, fue uno de los primeros actores indígenas en alcanzar proyección internacional en Hollywood. Su trabajo contribuyó a dar visibilidad a los pueblos originarios de América del Norte en la industria cinematográfica, lo que le convirtió en una referencia cultural y artística tanto en Canadá como en Estados Unidos.
Con más de cuatro décadas de carrera, Graham Greene deja tras de sí un legado artístico que combina éxitos comerciales, reconocimientos internacionales y una firme defensa de la diversidad cultural en la industria audiovisual. Su muerte a los 73 años supone una pérdida irreparable para el cine, el teatro y la televisión, ámbitos en los que trabajó de manera incansable hasta sus últimos años. @mundiario
