
Dwayne Johnson sorprende al mundo con su interpretación más intensa hasta la fecha en The Smashing Machine, un biopic sobre el luchador de MMA Mark Kerr dirigido por Benny Safdie. El actor emerge casi irreconocible gracias a prótesis diseñadas por Kazu Hiro, que lo transforman físicamente y emocionalmente para encarnar a este legendario ex campeón de UFC que luchó tanto dentro como fuera del octágono. Además, Emily Blunt aporta una actuación resonante como Dawn Staples, la pareja de Kerr.
Durante la premiere en el Festival de Cine de Venecia, Johnson confesó: “Hace mucho tiempo quería esto… Es difícil saber de lo que eres capaz cuando te han encasillado”. Reconoció la presión de Hollywood y cómo el protagonismo en grandes franquicias lo había limitado, algo que lo impulsó a buscar un papel más humano y emocionalmente complejo. Gracias al apoyo de Emily y Safdie, encontró el valor para aceptar el desafío latino, declarando que este proyecto le permitió explorar partes profundas de su historia personal.
Una transformación con Oscar en el horizonte
Desde su surgimiento en comedias y películas de acción, Johnson ahora apuesta por el drama puro. La prensa especializada ha empezado a hablar de su papel como candidato al Oscar. La A24, distribuidora del film, ya avanza con fuerza su estreno en EE. UU. para octubre, tras su paso por Venecia. El director artístico del festival, Alberto Barbera, calificó su actuación como «absolutamente increíble» y no descartó nominaciones en la próxima temporada de premios.
Este trabajo representa un punto de inflexión profesional: Johnson se reinventa, ofreciendo una actuación cruda, valiente y emocionalmente directa, diferente a cualquier otra en su trayectoria. Bajo la mirada realista de Safdie y activado por una estética documental, el relato busca mostrar la vulnerabilidad detrás del hombre que alcanzó la gloria solo para enfrentar un abismo personal devastador.