
Amanda Seyfried regresó al Festival de Cine de Venecia para presentar The Testament of Ann Lee, película que la transporta al siglo XVIII para interpretar a Ann Lee, la fundadora del movimiento religioso Shaker. Nacida en Manchester, Inglaterra, Lee emigró a Estados Unidos en 1776, donde pese a múltiples traumas personales, creó una comunidad utópica conocida por su igualdad de género, diseño utilitario, canto frenético y celibato.
La actriz canta por primera vez en pantalla desde Mamma Mia 2, pero lo hace de manera atípica: muchas de sus interpretaciones se asemejan más a sonidos primarios que a melodías tradicionales, reflejando el dolor y la desesperación de su personaje. Seyfried confesó que para alcanzar la autenticidad vocal tuvo que “liberar todo su yo interior”, dejando a un lado su propio oído y estética.
Dirigida por Mona Fastvold y coescrita con Brady Corbet, la película ha sido descrita como un musical que no es musical y un biopic que no es un biopic, celebrando la vida de Lee de manera audaz y emocional.
Relevancia del filme
Seyfried resaltó la importancia del compromiso artístico y la colaboración dentro del equipo, y elogió la dedicación de Fastvold para crear una experiencia auténtica e innovadora.
Sobre su personaje, Seyfried destacó la claridad de la intención de Ann Lee: no buscaba enriquecerse, sino construir comunidad y dar la bienvenida a quienes quisieran unirse. La actriz también tuvo que dominar el acento mancuniano, apoyándose en la actriz Maxine Peake como referente. @mundiario