
jueves 28 de agosto de 2025
El género whodunnit, centrado en la pregunta “¿quién es el culpable?”, mantiene su vigencia en la literatura y en el cine. Desde Arthur Conan Doyle y Agatha Christie hasta producciones recientes como Knives Out (2019), el misterio continúa construyéndose sobre crímenes en apariencia irresolubles y desenlaces inesperados. En esa tradición se inscribe El club del crimen de los jueves (Espasa), la novela de Richard Osman que ahora llega a Netflix.
Hace cinco años, Osman, reconocido en el Reino Unido por su trayectoria televisiva, irrumpió en el mercado editorial con un título que se convirtió en fenómeno de ventas y que abrió una saga ubicada entre el cozy crime y la novela negra. Luego siguieron El jueves siguiente, El misterio de la bala perdida y El último en morir. Más recientemente publicó Resolvemos asesinatos, primera entrega de una nueva serie que lo consolidó como una de las voces actuales del relato policial.
La historia de El club del crimen de los jueves (The Thursday Murder Club, 2025) transcurre en Coopers Chase, un lujoso complejo residencial para adultos mayores que, cada jueves, se convierte en punto de encuentro para revisar casos sin resolver. Elizabeth, Ron e Ibrahim forman parte de este grupo cuya rutina se quiebra cuando un asesinato y la muerte de un inversionista ponen en riesgo tanto el pasatiempo semanal como la estabilidad de la comunidad.
La dirección de Chris Columbus administra la intriga sin alterar la fórmula. La combinación de policial y comedia ligera pone el foco en los protagonistas septuagenarios, aunque el enfoque evita riesgos: no hay quiebres narrativos, tampoco tensión sostenida ni una exploración visual que potencie la trama. A diferencia de cineastas como Rian Johnson, que tensionan y reinventan el género, Columbus se inclina por una ejecución previsible.
El film se apoya principalmente en el carisma de su elenco, más que en una propuesta formal que le otorgue identidad propia. Helen Mirren, Pierce Brosnan, Ben Kingsley y Celia Imrie lideran el reparto, acompañados por Jonathan Pryce, Richard E. Grant, David Tennant y Naomi Ackie. Su presencia funciona como sostén del relato, aunque no logra disimular la falta de audacia en la puesta.
El club del crimen de los jueves introduce, sin embargo, un gesto singular: una representación de la vejez que desarma estereotipos y la entiende como un capital de experiencia e ingenio. La película vale menos por la solidez del misterio que por el modo en que sus protagonistas desplazan el centro del relato y demuestran que la intriga puede construirse desde otro lugar. En ese movimiento, más que en la trama, reside su aporte más interesante.