
Cuando se anunció que Liam Neeson interpretaría al torpe pero entrañable teniente Frank Drebin Jr. de Agárralo como puedas, algunos fanáticos de la saga original fruncieron el ceño. Leslie Nielsen dejó una marca imborrable en la comedia cinematográfica y televisiva, convirtiendo su personaje en un icono del humor absurdo. Neeson, acostumbrado a papeles dramáticos y de acción, ha demostrado en el pasado que sabe reírse de sí mismo, y este proyecto ofrece precisamente esa oportunidad, mezclando su respetabilidad actoral con un lado paródico que pocas veces se le había visto.
Pamela Anderson, por su parte, aporta tanto glamour como un guiño nostálgico: su incorporación recuerda los riesgos y aciertos de casting en entregas anteriores de la saga y su química con Neeson funciona sorprendentemente bien, uniendo generaciones y estilos con naturalidad. La película, dirigida por Akiva Schaffer y codirigida por Seth MacFarlane como coguionista y coproductor, navega con seguridad entre homenajes al humor de los ZAZ (Zucker, Abrahams y Zucker) y referencias más contemporáneas al estilo Lonely Island y la televisión cómica actual.
El mérito de este reboot no está en reinventar la rueda, sino en demostrar que la comedia de parodia sigue viva cuando se respeta la esencia del material original. Schaffer y su equipo saben equilibrar la sofisticación con la ligereza, lo absurdo con lo técnico, y lo irónico con lo enternecedor. La película no solo revive el slapstick clásico sino que lo combina con gags modernos, referencias culturales actuales y un uso deliberadamente juguetón del metahumor. Entre diálogos ingeniosos, chistes sexuales bien planteados y escenas de acción que juegan con lo exagerado, el filme mantiene la tensión entre la nostalgia y la contemporaneidad.

Aunque la película se sostiene gracias a su elenco y a la experiencia de sus creadores, también refleja las limitaciones del género en la actualidad: un exceso de respeto por la obra original y la búsqueda de atractivo para nuevos públicos coartan a veces la libertad creativa. El resultado es sólido, entretenido y efectivo, pero evita los riesgos que podrían haberlo convertido en un clásico inmediato al estilo de las primeras entregas. Aun así, logra mantener el espíritu de la saga y, sobre todo, demuestra que las parodias inteligentes todavía tienen cabida en el cine mainstream.
Agárralo como puedas de 2025 funciona como homenaje y como vehículo para que Neeson y Anderson muestren facetas menos exploradas de su talento. Con 85 minutos que combinan acción, humor absurdo y referencias pop, la película es una prueba de que la comedia bien trabajada puede adaptarse a los tiempos modernos sin perder su esencia. Para los aficionados al género y para quienes buscan entretenimiento ligero pero inteligente, este reboot ofrece una dosis de diversión que, aunque calculada, resulta más que satisfactoria. @mundiario