
Por el otro, la tecnología blockchain irrumpe con fuerza, como ese nuevo jugador joven y atrevido que llega a una cancha dominada por veteranos. En medio de esta transformación, plataformas como exchange criptomonedas España han servido como puente entre los curiosos que recién se asoman al universo cripto y aquellos que ya operan con soltura. Esta interacción ha puesto sobre la mesa una pregunta fundamental: ¿la blockchain y la banca tradicional en España están destinadas a competir o a colaborar?
Como dirían en el barrio, “no es todo blanco o negro”. La relación entre ambos mundos está plagada de matices. Hay quienes ven en blockchain una amenaza directa al poder financiero establecido, mientras otros la consideran una herramienta para modernizar procesos obsoletos. Pero, ¿qué está pasando realmente en España? ¿Los bancos están abrazando la tecnología blockchain o siguen mirándola de reojo?
Un escenario en plena mutación
España no es ajena a la transformación digital global. Según datos del Banco de España, el 94% de los adultos españoles ya utiliza servicios bancarios digitales. Sin embargo, aunque el home banking y las apps móviles se volvieron pan de cada día, blockchain sigue siendo un territorio por explorar para gran parte del sistema financiero tradicional.
Pero eso no significa que no haya movimiento. Todo lo contrario. Varios bancos ya están metiendo un pie —y en algunos casos los dos— en el agua cripto. Y lo están haciendo no solo por moda, sino porque el mercado lo exige.
El caso BBVA: del dicho al hecho
Uno de los actores más activos en este terreno es BBVA. La entidad fue pionera en ofrecer servicios de compra, venta y custodia de criptomonedas (inicialmente en Suiza) para clientes de alto poder adquisitivo. Este movimiento marcó un precedente y encendió las alarmas —o mejor dicho, las luces— para otros bancos que aún dudaban.
Pero BBVA no se quedó ahí. A través de su participación en iniciativas como el Marco de Activos Digitales del Foro Económico Mundial y pruebas piloto con blockchain para operaciones bursátiles, demostró que su interés va mucho más allá del marketing. Está apostando por integrar la tecnología a procesos internos, optimizando tiempos, costos y transparencia. En otras palabras, BBVA no quiere ser un dinosaurio que mira desde la tribuna: quiere jugar el partido.
Santander: prudencia con estrategia
Otro gigante español que se mueve con cautela pero decisión es el Banco Santander. Desde hace años, el banco viene experimentando con blockchain para operaciones internas, especialmente en el ámbito de pagos internacionales. A través de su plataforma One Pay FX, desarrollada sobre tecnología blockchain, ya procesa millones de euros al año de forma más rápida y eficiente que con los métodos tradicionales.
En 2022, Santander también emitió bonos tokenizados en blockchain pública, lo cual demuestra que no está dispuesto a quedarse afuera de esta evolución. Sin embargo, aún no ha dado el paso de ofrecer servicios cripto directos a sus clientes minoristas. La estrategia parece ser clara: observar, aprender y actuar con precisión quirúrgica. Como quien avanza lento pero seguro.
Blockchain como aliada silenciosa
Más allá de la compraventa de criptomonedas, lo que muchos bancos están descubriendo es que blockchain puede ser una aliada silenciosa en la mejora de procesos. Hablamos de una tecnología que permite inmutabilidad, trazabilidad y transparencia en cualquier tipo de transacción. Y eso, en un mundo donde la confianza es moneda en caída libre, vale su peso en oro.
Por ejemplo, algunas entidades financieras están utilizando blockchain para agilizar la verificación de identidad de nuevos clientes, reducir el fraude en préstamos o automatizar contratos mediante smart contracts. Aunque todo esto sucede puertas adentro, el impacto es real y palpable.
En palabras simples: blockchain no siempre grita, pero cuando actúa, se nota.
¿Rivales o socios? Una mirada al futuro inmediato
La narrativa de la rivalidad entre blockchain y banca es atractiva, casi de película. El joven rebelde contra el sistema establecido. Pero la realidad es mucho más gris. Hoy, ambas partes parecen haber comprendido que pueden beneficiarse mutuamente.
Los bancos aportan infraestructura, confianza regulatoria y una base sólida de clientes. La blockchain, en cambio, ofrece agilidad, descentralización y eficiencia. Juntos, pueden redefinir el sistema financiero tal como lo conocemos. Separados, pueden quedar fuera del nuevo orden digital.
Y en ese punto, España tiene una ventaja: un ecosistema fintech vibrante, reguladores atentos y consumidores abiertos al cambio. El terreno está fértil para que esta alianza prospere.
Regulación: la clave para que todo funcione
Sin regulación clara, cualquier intento de integrar blockchain al sistema financiero corre el riesgo de naufragar. Por suerte, la Unión Europea avanzó con el reglamento MiCA (Markets in Crypto-Assets), que entrará plenamente en vigor en 2025 y busca establecer normas comunes para todos los actores del sector.
En España, el Banco de España y la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) ya vienen marcando el terreno, exigiendo registro a los proveedores de servicios cripto y fiscalizando operaciones. Esto da mayor seguridad jurídica a bancos que quieren incursionar en el sector sin correr riesgos innecesarios.
En criollo: el terreno todavía tiene baches, pero se está asfaltando.
¿Y los clientes qué opinan?
Del otro lado del mostrador, los usuarios no se quedan atrás. Un estudio de Funcas en 2024 reveló que el 36% de los españoles estaría dispuesto a utilizar servicios bancarios vinculados a criptomonedas si su banco los ofreciera. Entre los menores de 35 años, ese porcentaje se dispara al 62%.
Esto demuestra que hay una demanda latente que los bancos no pueden ignorar. Si no la atienden ellos, lo harán las fintechs, las plataformas DeFi o los exchanges globales. Y si bien muchas personas aún desconfían de las criptomonedas por su volatilidad, la idea de una “banca más ágil y digital” gana terreno.
América Latina como espejo y motor
Vale la pena mirar también hacia el sur. En países como Argentina, donde la desconfianza en el sistema financiero tradicional está a la orden del día, la adopción de criptomonedas no fue un lujo, sino una necesidad. Ese aprendizaje es valioso para bancos europeos que quieren entender cómo convivir con blockchain sin perder relevancia.
Además, muchos desarrolladores y startups latinas están detrás de soluciones cripto que hoy llaman la atención de inversores españoles. Hay una sinergia en marcha que puede dar frutos más rápido de lo esperado.
Conclusión: la hora de tender puentes
En definitiva, pensar en la blockchain y la banca tradicional como rivales eternos es quedarse corto de vista. La historia nos demuestra que la tecnología no reemplaza al sistema: lo transforma. Y los bancos que entiendan esto a tiempo, como algunos ya lo están haciendo en España, no solo sobrevivirán, sino que marcarán el paso.
Estamos frente a una oportunidad histórica para redefinir la forma en que entendemos el dinero, la confianza y las finanzas. Una oportunidad que no se da todos los días. Como dice el dicho, “cuando el río suena, blockchain trae”.
Y en España, el río ya está haciendo bastante ruido.