
Pero esto es solo el principio: desde 2016, el gobierno sumó más de 18 meses al proceso promedio, una situación que, según expertos, perjudica la competitividad del país.
El tiempo de procesamiento no incluye la espera por una vacante bajo los cupos anuales de green cards (que suele llevar años) ni la etapa previa a la primera solicitud, donde el empleador y el trabajador deben reunir documentos como títulos universitarios, cartas de experiencia laboral y pruebas de solvencia económica de la empresa, detalló Cato Institute.
Sin embargo, es posible acortar tiempo en algunos pasos, como la petición del empleador ante el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), donde pagar US$2.805 en lugar de US$715 permite una respuesta en 15 días.
Sin embargo, esto no aplica a todas las etapas y hay algunas que demoran cientos de días, mientras que en 2016 demoraban menos, a saber:
- Determinación de salario promedio: el Departamento de Trabajo (DOL, por sus siglas en inglés) evalúa las funciones del puesto y su ubicación para fijar un salario mínimo. En 2025, esta etapa tarda 187 días, casi el triple que en 2016 cuando tardaba 76 días.
- Reclutamiento de trabajadores estadounidenses: la empresa debe publicar avisos en periódicos y entrevistar a candidatos locales, aunque no cumplan todos los requisitos. El trámite ahora demora 141 días, frente a los 131 días de 2016,.
- Certificación laboral: el DOL debe confirmar que no hay trabajadores locales disponibles. Aquí la espera es de 483 días, mientras que en 2016 eran 180 días.
Al final, el solicitante migrante aún debe esperar a que se libere un cupo migratorio antes de presentar la solicitud de green card, que en 2025 tarda 210 días en procesarse.
Muchas complicaciones para que migrantes obtengan su visa de trabajo. Foto:Istock
Sistema colapsado: más de 500.000 migrantes a la espera de sus visas de trabajo para Estados Unidos
Este engorroso y lento procesamiento de visas de trabajo da como resultado que haya más de medio millón de casos pendientes entre el DOL y el DHS.
De acuerdo al informe de Cato Institute, este sistema obliga en la práctica a que los trabajadores migrantes lleguen a Estados Unidos primero con una visa temporal (como la H1B) antes de iniciar el trámite de residencia.