
martes 05 de agosto de 2025
Hola Frida (2025) se centra en una niña distinta, originaria de Coyoacán, Ciudad de México. Chispeante y llena de vida, todo le interesa, y cuando enfrenta dificultades, las supera con una imaginación desbordante. Esa niña es Frida Kahlo.
Por lo general, cuando se hace una biopic sobre artistas reconocidos, cuyo legado se ve entrelazado con una historia trágica o conmovedora, se suele poner énfasis en la obra del artista mientras se profundiza en su vida personal, explorando las facetas más dolorosas o trágicas de su historia, a menudo con metáforas, o incluso abandonando el simbolismo en favor de una representación más cruda y directa.
Sin embargo, en este caso, la película basada en los libros infantiles de Sophie Faucher e ilustrados por la reconocida artista Cara Carmina, se aleja de esos patrones. Aunque se trata de una biopic adaptada para niños, que promete centrarse en la obra de Frida y en cómo surgió su amor por el arte desde pequeña, no logra cumplir con sus objetivos. De hecho, la película resulta cruel con su audiencia en varios momentos, ya que abandona las metáforas para mostrar de manera explícita y trágica los problemas de salud que Kahlo padeció, con un tono sumamente dramático que, en ocasiones, se vuelve insensible hacia la propia protagonista.
No es que retratar los problemas de salud de Kahlo sea inapropiado, ya que son parte de su vida real, una faceta que no siempre se ha explorado en profundidad en otras películas sobre ella. Esta biopic dirigida por André Kadi se ocupa de presentarlos de forma respetuosa, pero la manera en que se hace es demasiado agresiva y explícita, considerando el tipo de audiencia y la narrativa que se propone.
Uno de los pocos aciertos del film es la inclusión de escenarios oníricos, los cuales sirven para atenuar el dramatismo de la vida de la artista. Estas secuencias funcionan como una metáfora sencilla de su resiliencia, representada por una versión de Frida más positiva y alegre, que actúa como un alter ego destinado a salvarla de las situaciones dolorosas y críticas.
El resto de la película avanza a través de elementos dramáticos que interrumpen cualquier intento de experimentar con otros tonos o enfoques. La historia de la niñez de Kahlo se presenta de forma universal, pero los diálogos son demasiado directos y explícitos, intentando transmitir un mensaje educativo y feminista para el público infantil, aunque termina resultando algo forzado y evidente.
A diferencia de otras biopics sobre Frida Kahlo, que se centran principalmente en su obra o en su tormentoso matrimonio con Diego Rivera, Hola Frida tiene una propuesta más particular. Aunque la técnica de animación es visualmente atractiva, el guion, que omite el desarrollo de su arte y personalidad, se enfoca en un relato traumático sobre su salud que, debido a su explícita representación, puede resultar demasiado impactante para los niños.