
Con el nombramiento de Omar Reyes Colmenares como titular de la Unidad de Inteligencia Financiera en lugar de Pablo Gómez, el secretario federal de Seguridad, Omar Hamid García Harfuch, se convierte en el supersecretario del sexenio.
Y es que Reyes Colmenares no es sólo su tocayo, sino uno de sus colaboradores más cercanos en tareas de inteligencia policiaca, a las que hoy suman la financiera, con lo que serán el equipo más temido del país.
Aunque con cierta reticencia de las Fuerzas Armadas, García Harfuch, poco a poco, se ha apropiado de la inteligencia del Estado y hoy, con el acceso a las finanzas de medio mundo, se reafirma como el hombre más importante de Claudia Sheinbaum.
La salida de Pablo Gómez de la UIF es un duro golpe para el ala dura de Morena, pues con ese manotazo la Presidenta tendrá vigilada la ruta del dinero —sobre todo sucio—, pero igual se deshace de uno de los principales lastres heredados por su antecesor.
Nadie olvida que el exlíder universitario, quien ha vegetado en diversos cargos públicos envuelto en la bandera del movimiento estudiantil de 1968, fue impuesto por Andrés Manuel López Obrador para atacar a sus enemigos.
Desde la UIF, Gómez filtraba ilegalmente información financiera de periodistas, empresarios y políticos contrarios al régimen para exhibirlos en las mañaneras de Palacio Nacional.
Y si bien es cierto que ventilaba las cuentas de los enemigos, nadie duda que le echó ojo a las de los aliados, por si alguno se quisiera revelar. Igual posee varios expedientes, el problema es que ya no tiene acceso al grupo en el poder y puede ser desnudado.
A Omar Hamid sólo le faltaría la Fiscalía General de la República, en manos de Alejandro Gertz Manero, para convertirse en el todo poderoso del país, algo que nadie esperaba.
Y es que, además de ser uno de los principales estrategas de investigación de García Harfuch, el nuevo titular de la UIF colaboró en aéreas similares de la Agencia de Investigación Criminal y la Policía Judicial Federal.
Otra habilidad interesante de Reyes Colmenares es su amplio conocimiento del sistema penitenciario del país, pues las cárceles son los principales centros criminales desde donde las mafias operan, y ahora les echarán las luces altas.
Tampoco se puede ignorar que el nuevo Omar fue parte de la Oficina Central Nacional de Interpol México, donde se especializó en investigación criminal, análisis estratégico, operaciones encubiertas y combate al lavado de dinero, donde colaboró con agencias estadunidenses.
Ni mandado a hacer para que los gringos se pongan contentos, pues incluso si quisieran saber quién pago las vacaciones de Andy en Japón, por ejemplo, podrían solicitar la huella digital del dinero.
Los que deben andar preocupados son los de apellido López.
Y hablando de Pablo Gómez, más que premio, muchos ven como rudeza innecesaria que lo hayan comisionado para la reforma electoral, pues, entre otras cosas, tendrá que operar la desaparición de las posiciones plurinominales en el Legislativo, que pretende Sheinbaum. Es una crueldad que le encarguen esa tarea, pues si el PRI no hubiera creado las pluris para dar voz a las minorías, Pablito no habría tenido carrera parlamentaria, donde ha subsistido precisamente por esas posiciones, porque no hay registro de que haya ganado alguna elección. Él, que se dice luchador social y demócrata, será el enterrador de la democracia. Es como si alguien que va a ser sacrificado tuviera que cavar antes su tumba.