
Como una reafirmación de su vocación dedicada al arte joven y con el objetivo de crear nuevos diálogos en torno a la labor museística, el Museo de Arte Carrillo Gil inauguró ayer la exposición Manual intuitivo. No usar saliva ni soplar sobre las piezas, así como el proyecto titulado Informes aquí. Aproximaciones a un museo metafísico.
La primera surge ante la necesidad de revisar la producción artística de una generación emergente y reúne 23 obras, tanto de artistas jóvenes como de consagrados, con el fin de propiciar un diálogo intergeneracional que alude a inquietudes materiales, políticas o afectivas.
A partir del próximo año, el museo volverá a hospedar el Encuentro Nacional de Arte Joven, que durante mucho tiempo fue su sede en la Ciudad de México. Quisimos hacer una especie de prólogo, tratando de hacer vínculos con las generaciones más jóvenes”, dijo Marisol Argüelles, directora del recinto, durante un recorrido por las muestras.
La curadora en jefe, Fernanda Ramos, agregó que “había una intención por parte del museo de abrir este espacio, desde su vocación, para seguir impulsando a artistas jóvenes; pero también a agentes culturales, como curadores, quienes también están trabajando desde la independencia y la experimentación”.
Comisionada al colectivo PETRA –integrado por Eugenia Ávila, Frisa Mesa y Manuel Pidal–, la curaduría toma como referencia la figura del clásico manual de conservación de obra para explorar formas de interpretación abierta, basada en la falla, el desgaste y la fricción.
Buscan generar cruces intergeneracionales, no sólo con su propia generación, que es la Generación Z, sino generar otras discursividades y encuentros con artistas ya consolidados”, aseguró Ramos.
El segundo proyecto que se exhibe es Informes aquí. Aproximaciones a un museo metafísico, de la artista Circe Irasema, que invita al público a involucrarse en el Carrillo Gil desde su valla exterior y hasta su vestíbulo.
La intervención de la valla funciona como un punto de contacto con el entorno urbano y los públicos que transitan en torno al museo. “Nació en la pandemia y trató básicamente de conectar al museo, que en ese momento estaba cerrado, con el exterior. Se le dio seguimiento y sigue siendo ese punto de contacto”, explicó la directora del recinto.
En su intervención, la artista lanza un gesto irónico y poético al fijar en este aparente espacio publicitario la leyenda: “Este museo no se renta ni se vende. Informes aquí. Teléfono: ext.”. Al llamar al número, los usuarios accederán a una serie de mensajes pregrabados que contienen reflexiones metafísicas y críticas sobre el papel del museo como institución, edificio y símbolo en la ciudad.
cva