
1. Buen plazo. La presidenta Claudia Sheinbaum muestra temple, pero Donald Trump impone castigos, 25% del fentanilo, 25% a autos, 50% al acero, aluminio y cobre. Un plazo de 90 días para evitar el resto de las tarifas. Juan Ramón de la Fuente, Marcelo Ebrard y Roberto Velasco estuvieron en la llamada. El “mejor acuerdo posible, comparado incluso con las demás naciones; es decir, invertir en México sigue siendo la mejor opción”, dijo la Presidenta. Confirma que la estrategia funciona, Trump marca la agenda con aranceles a todo el mundo, con honrosas excepciones. Un respiro.
2. Entre cuates. Claudia Sheinbaum será la invitada estelar en el Senado para la toma de protesta de más de mil 600 juzgadores federales, incluido Hugo Aguilar Ortiz, nuevo presidente de la SCJN, así como magistrados del TEPJF y el Tribunal de Disciplina Judicial. El senador Gerardo Fernández Noroña fue el encargado de confirmar la asistencia de la Presidenta. Será una ceremonia donde abundarán las selfies, los abrazos y los guiños, además de las lealtades que habrá en el nuevo Poder Judicial ¿Independencia? ¿Contrapesos? La historia los juzgará.
3. Boicot. Colima se quedó sin voleibol… y sin dignidad. USA Volleyball canceló su participación en la Copa Panamericana Femenina por “riesgos de seguridad”, tras una evaluación con el Comité Olímpico de EU, el consulado y expertos. Nivel 4, es decir, “Do Not Travel,” dice la alerta del Departamento de Estado, que encabeza Marco Rubio. Lo más grave no es el retiro, sino que el comunicado fue borrado y, según fuentes locales, la gobernadora Indira Vizcaíno pidió a sus medios aliados “bajar la nota”. Con impunidad del 100% en homicidios dolosos, el problema no es la percepción, es la realidad. El juego no se cancela por estrategia… sino por miedo.
4. ¿Al tú por tú? La senadora Juanita Guerra quiso salir al paso en Cuautla, gobernado por Jesús Corona, pero terminó arrastrada por la realidad. Rodeada de comerciantes que le gritaron “¡Burra!” y “¡Vieja corriente!”, se escudó con la frase: “Me están deteniendo” y pidió presencia de la policía para arrestar a sus agresores. A su lado, su hermana, la regidora Anita Guerra, tampoco calmó los ánimos. Se creen cercanas al pueblo, pero se achican cuando éste responde con verdades a todo pulmón. Hay niveles… y en esta ocasión, el más bajo lo mostró doña Juana. El barrio no la respalda.
5. Vestida de seda. En Acapulco la violencia no da tregua. Seis ejecutados en una sola jornada, cuerpos decapitados en taxis, sábanas ensangrentadas y calles marcadas por el horror. ¿Y Abelina López, la alcaldesa? Posando. Destinó más de 300 mil pesos del erario a retratos oficiales mientras su ciudad se hunde. Qué mala sombra le hace a Evelyn Salgado, gobernadora de Guerrero. La edil justifica la violencia con teorías de desintegración familiar y evade su responsabilidad. Acapulco no necesita selfies, sino gobierno. Ojo, el photoshop no disimula el abuso y el fracaso.
