
En entrevista con Francisco Zea para Imagen Informativa, el secretario de Relaciones Exteriores, Dr. Juan Ramón de la Fuente, señaló que esto ha sido, en primer lugar, un trabajo en equipo entre la Cancillería y otras secretarías, bajo la coordinación y supervisión directa de la presidenta Claudia Sheinbaum. Desde el inicio de su administración —y desde la gestión del presidente Donald Trump—, la presidenta instruyó abrir de inmediato mesas de diálogo, tocar diversos temas, acompañar a otras dependencias en asuntos específicos y hacer que la Cancillería asumiera su papel. Coincido en que el mejor trabajo diplomático es discreto, y que cuando se dan pasos concretos y se avanza, es cuando debe informarse.
Hoy es un día importante, porque tenemos nuevamente 90 días para que estas conversaciones continúen, para que los acuerdos en diversos temas se sigan construyendo. Mientras tanto, el país mantiene condiciones altamente benéficas en el contexto global, como lo señaló hoy la presidenta. Estamos inmersos en un entorno internacional muy complicado, con nuevas reglas, en el que cada país busca el mejor esquema posible. El que está adoptando México tiene ventajas inobjetables y nos permite seguir avanzando por la vía de la diplomacia y el diálogo, que es el rumbo al que México ha apostado. Hasta ahora, los resultados, sin ser óptimos, son altamente satisfactorios.
Insistir es el mejor instrumento de la diplomacia. Cuando estuve en Naciones Unidas y presidí el Consejo de Seguridad, en tiempos muy complicados, lo único que permitía avanzar era el diálogo. Quienes apuestan a la fuerza, a la imposición o a la estridencia, tienen muchas menos posibilidades de avanzar que quienes nos mantenemos en esta línea. El principal instrumento de la diplomacia es justamente el diálogo, y eso es lo que hemos hecho con el secretario Marco Rubio y, a través del Departamento de Estado, con otras secretarías, para que los diversos temas de la agenda bilateral —como agricultura, transporte, seguridad y migración— puedan encontrar camino hacia acuerdos, que no son sencillos, pero que se están construyendo. Ahora tenemos otros tres meses para seguir avanzando, y eso es una buena noticia tanto en lo nacional como en lo internacional.
Es justo reconocer el liderazgo de la presidenta Sheinbaum. Su estrategia ha permitido defender los intereses del país y lograr avances mediante el diálogo, en un escenario complejo que, a pesar de sus dificultades, ha permitido a México avanzar de manera paulatina y gradual. Creo que estas son buenas noticias.
México tiene la ventaja de haber mantenido esta interlocución con mucho respeto, lo cual es fundamental. Evidentemente, no estamos de acuerdo en todo, pero si hay respeto y congruencia, es posible seguir conversando. En el caso de la presidenta, su legitimidad es incuestionable, gracias al respaldo tan amplio que tiene de la población, y eso da una gran fortaleza en el momento del diálogo.
También debo decir con satisfacción que hay muy buena coordinación entre quienes integramos su equipo. Lo que viene será más trabajo, pero lo logrado representa un estímulo, porque constata que vamos en la ruta adecuada. Algunos acuerdos ya están muy avanzados, como lo mencionó la presidenta esta mañana, y confiamos en que se consolidarán gradualmente.
Vivimos tiempos inéditos, con reglas del juego aún por definirse. Cada país está buscando el mejor esquema para su desarrollo dentro de este nuevo marco internacional, que presenta muchas sorpresas. Por ello, se requiere claridad, firmeza, liderazgo y autoridad para definir cuáles son las mejores rutas disponibles. Todavía veremos cambios, algunos más complejos, pero México tiene claridad, el gobierno tiene un rumbo bien definido y un liderazgo reconocido a nivel mundial.
Ayer acompañamos a la presidenta en un encuentro con legisladores de ambos partidos, demócratas y republicanos. Mi reconocimiento es para un liderazgo que se ha ganado a pulso y que se ha consolidado con hechos. Creo que el episodio de hoy refuerza esa dirección hacia los próximos 90 días y más allá.
Por ahora, debemos seguir avanzando bajo condiciones que, si las comparamos con las del resto del mundo, son muy favorables.
Las llamadas entre mandatarios se planean y ejecutan con cuidado, paso a paso. La de hoy fue excepcional: hubo enorme claridad y gran firmeza, lo cual ha colocado a México en un sitio destacado. En la llamada de hoy, el presidente Trump estaba acompañado por siete miembros de su gabinete, lo que demuestra la importancia que le están dando a México. A pesar de que la relación no es sencilla, se ha manejado de forma muy satisfactoria.
La instrucción tras la llamada es continuar con los diálogos, mantener abiertas las mesas de trabajo y consolidar los acuerdos en los diversos temas. En eso estaremos trabajando durante los próximos meses.