
Actualmente el mundo se mueve en medio de diversos conflictos armados e ideológicos que poco a poco han ido impactando a nivel económico, principalmente por los daños en las cadenas de suministro.
En ese sentido, México debe fortalecer su cadena logística, clave para la adecuada para la relocalización empresarial y con miras a la renegociación del T-MEC. Para ello, debe fortalecer su infraestructura logística con inversiones en transporte multimodal, digitalización, capacitación y sostenibilidad.
Las cadenas de suministro son un eje transversal de la industria, haciendo posible enfrentar retos críticos que requieren inversiones estratégicas, transformación tecnológica y el fortalecimiento de su red de proveeduría.
En el caso de la industria manufacturera de exportación, en México ha sido históricamente un pilar fundamental de la economía del país, generando empleo, ingresos y atrayendo inversiones extranjeras, sin embargo, en las últimas décadas, ha habido una creciente necesidad de abordar los desafíos en las cadenas de suministro que sostienen esta industria. Estos desafíos se hicieron más evidentes a raíz de la pandemia de COVID-19, que evidenció la vulnerabilidad de las cadenas de suministro globales y de la dependencia excesiva de ciertos países y proveedores clave.
Uno de los problemas más notables es la falta de diversificación en las cadenas de suministro, pues muchas empresas manufactureras en México dependen en gran medida de un número reducido de proveedores, lo que aumenta el riesgo de interrupciones en caso de desastres naturales, conflictos geopolíticos u otras crisis. La pandemia demostró como la interrupción en un solo eslabón puede tener un efecto dominó en toda la cadena.
La logística también ha sido un desafío constante a pesar de los avances en infraestructura, la eficiencia del transporte y la distribución enfrentan obstáculos. La congestión en puertos y carreteras junto con trámites aduaneros complejos puede resultar en retrasos costosos. Estos problemas afectan la competitividad de las empresas mexicanas en el mercado global.
La digitalización es una oportunidad crucial para abordar estos desafíos. La implementación de tecnologías como el internet de las cosas, la inteligencia artificial y el análisis de datos puede mejorar la visibilidad y el control en las cadenas de suministro. Estas herramientas permiten un monitoreo en tiempo real de los procesos, la identificación temprana de posibles problemas y una toma de decisiones más informada.
La colaboración también es un elemento clave. La cooperación entre empresas, proveedores y autoridades pueden facilitar la implementación de soluciones conjuntas para los desafíos logísticos y de suministro. Además, la diversificación geográfica y la búsqueda de proveedores alternativos ayudarán a reducir los riesgos inherentes a la dependencia excesiva de una sola fuente.
El gobierno también desempeña un papel vital en la transformación de las cadenas de suministro. La inversión en infraestructura, la simplificación de trámites aduaneros y la promoción de formación de habilidades relevantes para la industria son medidas esenciales para mejorar la competitividad.
En conclusión, la industria manufacturera de exportación en México enfrenta desafíos en sus cadenas de suministro, pero tiene la oportunidad de transformarse y fortalecerse. La diversificación, digitalización y colaboración serán pilares de esta transformación. Al abordar estos temas con determinación, México puede asegurar su posición como actor clave en la economía global y construir cadenas de proveeduría resilientes y eficientes.