
La Unión Europea defendió este lunes el acuerdo sellado con Estados Unidos para evitar una guerra comercial, pese a las reacciones divididas que van desde elogios al entendimiento hasta críticas que lo ven como una capitulación ante el poderío de Washington.
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El presidente de EE. UU., Donald Trump y la jefa de la CE, Ursula Von der Leyen. Foto:AFP
Después de varias semanas de contactos a contrarreloj, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sellaron el domingo un acuerdo para evitar una guerra comercial abierta.
El principal negociador de la UE, el comisario Europeo de Comercio, Maros Sefcovic, dijo este lunes estar «100 % seguro de que este acuerdo es mejor que una guerra comercial con Estados Unidos».
Sin embargo, no todos en el bloque europeo quedaron satisfechos con lo que se conoce del pacto, que incluye un arancel de 15 % a productos europeos exportados al mercado estadounidense.
Este 15 % se sitúa a medio camino entre un arancel nulo promovido por la UE y el 30 % con que Trump había amenazado.
Además del 15 %, la UE se comprometió a comprar energía por unos 750.000 millones de dólares y realizar inversiones suplementarias por otros 600.000 millones de dólares.
Varios detalles técnicos del acuerdo aún tienen que ser definidos, y la Comisión Europea todavía tiene que presentar el plan a los países del bloque, un proceso que aún tomará algunos días.
Para el alemán Bernd Lange, presidente del Comité de Comercio del Parlamento Europeo, con el acuerdo queda «una asimetría grabada en el mármol».
«Los defensores del acuerdo (…) dirán que se ha evitado lo peor, que el acuerdo crea estabilidad para la relación comercial más grande del mundo (…). Espero firmemente que tengan razón«, señaló en un comunicado.
El presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez. Foto:José Luis Cereijido/ EFE
Reacciones disonantes entre los europeos al acuerdo arancelario
En las capitales europeas, no obstante, las reacciones no fueron unánimes.
El presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, expresó su «respaldo» al acuerdo, pero destacó que lo hacía «sin entusiasmo».
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La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) indicó en una nota que «es mejor un acuerdo que una guerra comercial abierta, pero no nos resignamos a que las exportaciones de nuestros productos a Estados Unidos estén penalizadas con un arancel del 15 %».
Para el primer ministro de Francia, François Bayrou, la UE se «sometió» a Estados Unidos con ese acuerdo. En su visión, fue «un día sombrío» para Europa, que «se resigna a la sumisión».
En contrapartida, la jefa del gobierno de Italia, Giorgia Meloni, recibió «positivamente» el acuerdo.
«Una escalada comercial entre Europa y Estados Unidos habría tenido consecuencias imprevisibles y potencialmente devastadoras», comentó.
Para Friedrich Merz, jefe del gobierno de Alemania, el acuerdo «evita una escalada inútil» en los aranceles al intercambio comercial.
En tanto, el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, dijo que el acuerdo alcanzado por la UE era «peor» que el logrado por el Reino Unido.
«No es Trump quien llegó a un acuerdo con Ursula von der Leyen, sino más bien Trump quien se comió a Ursula von der Leyen como desayuno«, declaró del dirigente ultraconservador húngaro.
Ursula von der Leyen y Donald Trump el domingo en Escocia. Foto:AFP
El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, estimó que el acuerdo representa un «golpe muy duro» a la industria europea.
«Este enfoque llevará a una mayor desindustrialización de Europa, a un flujo de inversiones de Europa hacia Estados Unidos y, por supuesto, será un golpe muy duro», expresó.
¿Qué han acordado EE. UU. y la UE para evitar una guerra comercial?
El pacto contempla que Estados Unidos imponga un arancel del 15 % a la gran mayoría de las exportaciones de la UE dirigidas allí.
«Este 15 % es un tope claro. Sin acumulación (de más tasas), todo incluido, así que proporciona una claridad muy necesaria para nuestros ciudadanos y empresas. Esto es absolutamente crucial», expuso Von der Leyen este domingo desde Escocia.
El arancel del 15 % entrará en vigor el próximo viernes y cubrirá alrededor del 70 % del comercio que la UE mantiene con Estados Unidos.
El otro 30 % incluye sectores como el farmacéutico y el de los semiconductores, cuyos productos por ahora no tienen aranceles, pero que están pendientes del resultado de una investigación puesta en marcha por el Gobierno estadounidense.
Fuentes comunitarias recalcaron el lunes que si finalmente Washington aplica aranceles a esos u otros sectores adicionales, el gravamen para la UE no puede superar el 15 %.
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Von der Leyen también indicó ayer que Estados Unidos y la UE han acordado imponer aranceles cero de manera recíproca a «una serie de productos estratégicos».
Habrá aranceles cero a todas las aeronaves y sus componentes. Foto:RAMADIER Sylvain
«Esto incluye todas las aeronaves y sus componentes, ciertos productos químicos, ciertos genéricos, equipos semiconductores, ciertos productos agrícolas, recursos naturales y materias primas críticas. Seguiremos trabajando para añadir más productos a esta lista», señaló.
Entre los productos agrícolas que quedarían con un arancel cero, fuentes comunitarias mencionaron este lunes los frutos secos, langostas, pescados procesados y crudos, quesos, otros productos lácteos y alimentos para mascotas.
Por otra parte, «en materia de acero y aluminio, la UE y Estados Unidos se enfrentan al desafío externo común de la sobrecapacidad global. Trabajaremos juntos para garantizar una competencia global justa. Para reducir las barreras entre nosotros, se recortarán los aranceles y se establecerá un sistema de cuotas», dijo el domingo en Escocia la presidenta de la CE.
Fuentes comunitarias indicaron el lunes que todavía se tienen que negociar los detalles relativos a ese punto, si bien explicaron que la idea es que las importaciones de acero cubiertas por la cuota tengan el arancel de la nación más favorecida y que superado ese nivel se aplique un gravamen del 50 %.
Energía, inversiones e inteligencia artificial
En virtud del acuerdo, la UE se compromete también a comprar energía estadounidense (gas, petróleo y nuclear) por valor de 750.000 millones de dólares durante el mandato del presidente estadounidense, Donald Trump, que concluye en enero de 2029.
Se espera que los aranceles ayuden a mantener la ventaja tecnológica de Washington. Foto:iStock
Fuentes comunitarias afirmaron el lunes que para ello serán necesarias «ciertas inversiones en infraestructuras», pero se mostraron confiados en que se pueda lograr lo pactado.
En cualquier caso, subrayaron que no será la propia Unión Europea la que compre la energía, sino que las adquisiciones las tendrán que realizar las empresas privadas.
Por otro lado, las fuentes también dijeron que en el acuerdo arancelario con Estados Unidos no se han introducido cifras sobre adquisición de armas.
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Von der Leyen sí mencionó el domingo en Escocia que los chips de inteligencia artificial estadounidenses ayudarán a impulsar las gigafactorías de IA de la Unión Europea y mantener la ventaja tecnológica de Washington. Fuentes comunitarias este lunes admitieron que Estados Unidos es el «socio preferido» de la UE para adquirirlos.
La UE también se ha comprometido a que se realicen inversiones privadas en la economía estadounidense por valor de 600.000 millones de dólares.
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