¿Qué tiene ojos saltones, orejas de conejo, una sonrisa maliciosa y dientes afilados? Los irresistibles juguetes Labubus, feos, pero adorables, que la gente parece querer en todo el mundo.
Llevan mucho tiempo siendo un éxito en China, pero ahora parece que todo el mundo quiere uno de estos monstruos en miniatura, en parte gracias a los numerosos videos que publican influencers en redes sociales abriendo las cajas sorpresa.
En julio, los alemanes acuden en masa a un centro comercial en Berlín donde el fabricante y minorista chino Pop Mart abre su primera tienda. Mientras el centro comercial se prepara para la avalancha, los analistas del mercado están divididos sobre las perspectivas de futuro de este juguete peludo.
NO ES REALMENTE PARA NIÑOS
Éstos no son los primeros juguetes diseñados para atraer tanto a adultos como a jóvenes; basta con pensar en los Tamagotchis, las mascotas digitales portátiles que los jugadores tenían que cuidar, a finales de los 90.
O el Fidget Spinner, un juguete con un rodamiento central y lóbulos con peso que giran alrededor del eje central, que puedes usar para hacer trucos cuando te aburras.
Pero los Labubus se comercializan principalmente para mujeres, afirma Christian Ulrich, portavoz de la feria de juguetes más grande del mundo, que se celebra anualmente en Núremberg, Alemania. “Éste no es un producto para niños. Los Labubus son un accesorio de moda, una declaración de intenciones”.
Suelen llevarse visiblemente en los bolsos y cuestan desde unos 22 dólares en la página web oficial de Pop Mart. En China, el rango de precios en las tiendas oscila entre los 66 yuanes (unos 9.20 dólares) y los 1299 yuanes.
El furor en Estados Unidos y Europa lo desató la aparición pública de estrellas como Rihanna, Madonna y Dua Lipa con Labubus, según Ulrich.
Ese tipo de momento viral es precisamente para lo que están diseñados los juguetes, según el investigador de tendencias Axel Dammler. “Quiero enseñárselos”, dice, para transmitir a sus amigos y seguidores que es un creador de tendencias que ha conseguido uno de los codiciados ejemplares.
LABUBUS EN SUBASTA
En China, la gente está especialmente ansiosa por presumir sus juguetes. Un comprador en Pekín ofreció más del equivalente a unos 139.270 dólares por una edición única de Labubus particularmente rara, de aproximadamente 1.30 metros, en una subasta.
Los Labubus suelen agotarse en las máquinas expendedoras de Pop Mart. En las tiendas, los coleccionistas se reúnen con frecuencia, agitando con cuidado las cajas sorpresa para adivinar qué figura podría contener.
Para quienes quieran estar seguros, pueden intentar conseguir uno en línea. Pero incluso las nuevas series de Labubus se han agotado ahí en cuestión de segundos últimamente. Esto ha disparado los precios de los juguetes en las plataformas de segunda mano.
Una de las razones por las que compré Labubus es porque creo que mantendrán su valor”, declaró una coleccionista de Pekín. Le gusta que ahora las figuras se vendan principalmente como colgantes, para que puedas llevarlas contigo.
LABUBUS TAN FEOS QUE SON ADORABLES, DICEN LOS FANS
La influencer alemana Jean, conocida en redes sociales como Testsofa, también es una gran fan de Labubus. Descubrió los peluches la primavera pasada y ahora tiene entre 60 y 70.
Los Labubus le recuerdan a juguetes que tenía antes, lo que la alegra. “Es una relación de amor-odio: son realmente feos, pero tan feos que vuelven a ser adorables”.
CÓMO DETECTAR UNA FALSIFICACIÓN
Para la juguetería Pop Mart, fundada en 2010, el negocio está en auge. En el primer trimestre de este año, los ingresos de la juguetería aumentaron entre 165% y 170% en comparación con el mismo trimestre del año anterior, según un comunicado a la Bolsa de Valores de Hong Kong. Pop Mart no respondió a la solicitud sobre su estrategia.
La popularidad de los juguetes ya ha generado falsificaciones, algunas de las cuales han sido encontradas por agentes de aduanas chinos. Dicen que la forma de detectar una falsificación es contar los dientes de los Labubus. Los auténticos siempre tienen nueve.
Mientras tanto, los reguladores en algunas partes de China intervinieron cuando un banco anunció nuevas cuentas con cajas de Labubus.
¿QUÉ HACE QUE ESTAS CRIATURAS SEAN TAN DESEABLES?
Que los Labubus se agoten rápidamente forma parte de la estrategia de Pop Mart, afirma Ulrich. “Crea un atractivo adicional cuando no se pueden conseguir los productos de inmediato”.
Esa intensa necesidad se ve acentuada por el hecho de que los Labubus a menudo se venden en una caja ciega, donde no se sabe qué monstruo lleva dentro. Una caja sorpresa es un paquete sellado que contiene un juguete aleatorio de una serie, por lo que los compradores no saben qué figura recibirán.
Los seguidores de Instagram y TikTok están entusiasmados con los numerosos videos de personas abriendo las cajas y reaccionando con gran alegría o amarga decepción.
Los juguetes peculiares son los últimos artículos en auge gracias también a la tendencia del unboxing, que existe desde hace un tiempo, pero que había perdido fuerza brevemente, dice Dammler.
Los Labubus en Occidente también se están beneficiando del interés de la gente por Asia, impulsado también por bandas de K-pop, películas de anime y cómics manga.
¿DURARÁ LA OLA?
¿Serán los Labubus un éxito a largo plazo? “El revuelo ya está en aumento. Creo que se pueden vender bien ahora mismo”, afirma Dammler, de la empresa de investigación de mercado Iconkids & Youth de Múnich. Sin embargo, añade, las figuras peludas tendrían que abaratarse significativamente y estar más disponibles para tener un atractivo más amplio y masivo. “De lo contrario, se quedarán entre los creadores de tendencias y los coleccionistas”.
¿Qué sigue? ¿Desatarán los nuevos productos una nueva ola? Sólo entonces seguirán siendo atractivos en redes sociales, afirma Dammler. “Ningún influencer que se tome en serio hará algo con Labubu en un mes”.
Pero Ulrich añade: “Si los productos se introducen de forma masiva, eso los hará un poco menos especiales”. Labubus también podría contribuir a que Pop Mart se convierta en un producto de culto en el extranjero, como ya ocurre en Asia, donde lanza nuevos productos al mercado con regularidad, añade.
TIENDAS POPULARES PARA SELFIES
Pop Mart afirma tener 500 tiendas en más de 30 países. La gente acude en masa a ellas para hacerse selfis, dice Ulrich. “Los clientes se fotografían allí con los productos y lo publican en redes sociales. Sin duda, es la mejor forma de publicidad gratuita”.
Es probable que la gente acuda en masa a la nueva tienda de Berlín, al igual que a sus otras tiendas en ciudades europeas, como Londres, Milán y París.
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