
A los nueve años, Zeltzin Hernández creyó que a través de la lucha olímpica, podría convertirse en una mejor gimnasta. Su pasión desde pequeña, tomó un rumbo distinto hacia el deporte de contacto que la convirtió años más tarde, en subcampeona Mundial Sub-23 en Tirana, Albania.
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En aquellos tiempos, la pequeña Zel no entendía de qué trataba la disciplina. Cierra los ojos y recuerda que el único objetivo, era colgar medallas en la repisa de su cuarto. Aún falta la más importante. Con la que sueña y trabaja todos los días. La medalla olímpica. La presea de Los Ángeles 2028.
Mi hermano empezó a luchar, pero pensamos que era lucha de máscaras, lucha libre y no le dimos importancia. Meses después, vimos que era lucha olímpica, el calentamiento y la acrobacia me cautivaron. Pensé que de esa forma podría ser gimnasta, lo más irónico es que mi gimnasia es muy mala. No me importaba que deporte fuera, yo solo quería ganar medallas”, recuerda Hernández en una charla con Excélsior.
ENTRENAR CON HOMBRES LE FACILITA LA COMPETENCIA
Los intensos entrenamientos en el Centro Deportivo Olímpico Mexicano (CDOM) la han curtido de experiencia. Al entrenar con hombres, descubrió que las competencias se convierten más sencillas y le crean una mayor experiencia.
En mi casa nunca fue un problema que practicara un deporte de contacto, que piensan que sólo es para hombres. Hay que aceptar que los varones tienen una fuerza distinta. Yo lo uso como una ventaja a la hora de entrenar, porque soy más rápida, más inteligente, pienso en cómo cambiar de técnica y eso me sirve a la hora de entrenar porque cuando compito con las mujeres, ya no las siento tan fuertes y rápidas”, comentó Zel, egresada de la carrera de derecho.
LOS ÁNGELES 2028, EL OBJETIVO PRINCIPAL
La campeona panamericana sub-23 despierta todos los días con la mira en los Los Ángeles 2028. Vive una etapa de descubierto tras pasar duros momentos en los que perdió la confianza, pero que, gracias a su familia y a la terapia psicológica, logró salir adelante.
Primero Dios consiga mi lugar a los Juegos Olímpicos. Ha sido una experiencia muy padre, un tiempo de descubrirme y de platicar conmigo de muchas caídas y de mucha subidas. Hace tiempo perdí la confianza y ya no me sentía lista para competir, lo recuperé con terapia, con la ayuda de mis entrenadores y de mi familia, que son el motor. Siempre es para ellos”.
Su siguiente reto será en el Campeonato Mundial, en Zagreb, Croacia. La mexicana buscará adueñarse del título y continuar escribiendo su nombre en un deporte que comenzó por el deseo de la gloria.
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*mcam
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