
Mi querido viejo: una vez más nos reunimos, una vez más estás leyendo estas líneas que escribo para ti y todos los amigos. Y me da mucho gusto saber que estas líneas son leídas en algunos grupos de hombres y mujeres que viven en comunidad; mi prima Betty, que recientemente falleció, leyó por muchos estas columnas a sus compañeros de la Residencia Las Magnolias donde vivía, y comentaba sobre la alegría de acumular años.
Por eso quiero, querido viejo, copiarte la reflexión sobre nosotros, que seguramente te dará alegría. Dice así:
“Somos los mayorcitos, nacimos en los años 40-50-60, crecimos en los 50-60-70, estudiamos en los 60-70-80, noviamos en los 70-80-90, nos casamos y descubrimos el mundo en los 70-80-90, nos aventuramos en los 80-90, nos estabilizamos en los 2000, nos hicimos más sabios en los 2010, y vamos a pie firme atravesando los 2020.
“Resulta que hemos vivido ocho décadas diferentes, dos siglos diferentes, dos milenios diferentes…
“Hemos pasado de el teléfono con operadora, para llamadas de ‘larga distancia’, a las videollamadas a cualquier parte del mundo; pasamos de las diapositivas a Youtube, de los discos de vinilo a la música online, de las cartas escritas a mano al correo electrónico y el WhatsApp.
“De vivir los partidos en la radio a la TV en blanco y negro, y luego a la TV HD. Fuimos al videoclub y ahora miramos Netflix.
“Conocimos las primeras compus, las tarjetas perforadas, los disquetes y ahora tenemos gigas y megas en la mano en el celular o el iPad.
“Usamos pantalones cortos toda la niñez y después largos, oxford, bermudas, etcétera.
“Esquivamos la parálisis infantil, piojos, sarna, la meningitis, dengue, cólera, chikungunya, la gripe H1N1 y, ahora, covid-19.
“Anduvimos en patines, triciclos, carritos inventados, bicicletas, ciclomotores, autos a gasolina o diésel y ahora andamos en híbridos o 100% eléctricos. Sí, pasamos por muchas cosas, pero ¡qué gran vida hemos tenido!
“Nos podrían calificar de exennials; gente que nació en aquel mundo de los años 50, que tuvo una niñez analógica y una edad adulta digital.
“Somos una especie de Yahevistodetodo.
“Literalmente, nuestra generación ha vivido y presenciado mucho más que ninguna otra en cada dimensión de la vida, es nuestra generación la que literalmente se ha adaptado al ‘cambio, un gran aplauso a todos los miembros de una generación muy especial, que será única’”.
Querido viejo, no dejes de hacer algo que te gusta por falta de tiempo. No dejes de tener a alguien a tu lado, porque tus hijos pronto no serán tuyos, y tendrás que hacer algo con ese tiempo que resta, en donde lo único que vamos a extrañar será el espacio que sólo se puede disfrutar con los amigos de siempre. Ese tiempo que, lamentablemente, no vuelve jamás, disfruta cada día, sé feliz.