
Mientras Tomás Pliego, funcionario que debería gestionar recursos para enfrentar los desastres naturales en toda la ciudad, se la pasa subiendo fotos de “cómo se ve el Zócalo, donde dos mujeres encabezan la transformación”, los alcaldes se la rifan solos.
Las lluvias de las últimas semanas han causado desastres en varias alcaldías, pero llama la atención especialmente La Magdalena Contreras, a la que debido a su orografía siempre le llueve sobre mojado.
A su llegada al gobierno, Clarita Brugada le creó a Tomasito su propia Secretaría de Participación Ciudadana, que entre sus funciones se encargaría de coordinar la atención de desastres, para lo cual tendría derecho de picaporte con todo el gabinete.
Se supone que debería instalar una oficina de su dependencia en cada demarcación, a fin de que los alcaldes dispusieran de forma inmediata de vehículos, herramientas y personal especializado para atender emergencias.
Y es que todos los recursos estaban centralizados, y cuando éstos se requerían en los territorios afectados, tardaban una eternidad en llegar, mientras los ciudadanos quedaban expuestos a la furia de la naturaleza.
Pero en lugar de coordinarse con las alcaldías, Pliego se enemistó con la mayoría de sus titulares, pues quería tomar el estatus de ser su jefe. Solamente que los alcaldes fueron electos, Tomás sólo fue designado.
La idea de abrir 16 sedes es porque cada demarcación tiene riesgos diferentes; mientras unas sólo se inundan, otras sufren desgajamientos y derrumbes. A pesar de ello, cada que hay una tormenta, las autoridades centrales se pasman y los ciudadanos rezan.
En La Magdalena Contreras, donde el fin de semana se registró una caída de agua equivalente a que en 45 minutos se concentrara la lluvia de dos semanas. Se desbordó el río Magdalena y se inundaron las barrancas.
Varias viviendas resultaron afectadas, se formaron socavones y aparecieron nuevos baches. Dicen los vecinos que el alcalde Fernando Mercado y su equipo se remangaron la camisa para auxiliarlos, sin esperar a que se activara el protocolo Tlaloque del gobierno.
Después de la tormenta Miriam Urzúa, secretaria de Protección Civil, se integró al equipo para instalar un puesto de mando y desde ahí coordinar las acciones. La alcaldía armó un albergue equipado, donde aún pernoctan algunos vecinos.
Posteriormente, la propia Clarita se apersonó, pero la comunidad tiene claro que quienes no se despegaron un sólo día son el alcalde y su equipo. Con todo y que Mercado refiere el apoyo del gobierno, en el territorio lo ven a él como el líder de la manada.
El riesgo no ha pasado; vienen más tormentas y sería bueno que Tomasito dejara un rato la lambisconería hacia sus jefas, y se pusiera las pilas.
CENTAVITOS
Y hablando de alcaldías, la que se vuelve a llevar las palmas en seguridad es Benito Juárez, donde el reforzamiento del programa Blindar, ordenado por Luis Mendoza, tiene confiados a los vecinos. Esto es importante, sobre todo en los momentos en que el país —y la ciudad no es la excepción— vive en un estado de violencia… Algunos se quedaron con el ojo cuadrado con los números que logró el alcalde de GAM, Janecarlo Lozano, en la elección de los Copacos, que son las Coordinaciones para la Participación Comunitaria. Dicen que arrasó en la elección de los coordinadores y que se quedó con los tres espacios disponibles, lo que es poco común. Parece que logró el control territorial, sueño dorado de todo alcalde para gobernar.