
Pequeños prestadores de servicios de hospedaje de corta estancia que operan a través de plataformas digitales como Airbnb o Booking exigieron ser incluidos en la discusión de las políticas públicas con las que se pretende frenar la gentrificación en la Ciudad de México.
“No se cura un cáncer con un té de manzanilla. El problema no somos nosotros, el problema es la falta de vivienda, la falta de infraestructura, de agua y de planeación”, advirtió Mauricio, prestador de servicio de hospedaje de corta estancia en la alcaldía Cuauhtémoc, durante el primer foro para discutir el Bando 1 del Gobierno capitalino con el que se busca frenar la gentrificación en la CDMX.
Aseguró que, lejos de ser el problema, el sector de alojamiento vía plataformas digitales forma parte de la solución y agregó que una regulación restrictiva podría “acabar con el turismo en la ciudad”.
“Este sector representa aproximadamente el 50 por ciento de la oferta hotelera de la ciudad. Si nos sacan de la jugada, afectarán directamente una de las principales fuentes económicas: el turismo”, advirtió.
En el foro, en el que participaron colectivos vecinales, académicos, funcionarios, los anfitriones de corta estancia, defendieron además su papel en la economía local y aseguraron que también son vecinos, que pagan impuestos, y que muchos de ellos abrieron sus viviendas como una forma de sobrevivencia económica tras perder empleos formales.
“Yo tengo 11 años rentando cuartos dentro de mi departamento. No solo a turistas extranjeros, también a nacionales que vienen a recibir quimioterapia al Hospital 20 de Noviembre”, relató Claudia, quien se identificó como anfitriona independiente, en la alcaldía Benito Juárez.
“Siempre he pagado impuestos y facturado. Esto me ha permitido salir adelante después de perder mi empleo. Lo único que pido es poder participar de cerca en las decisiones. Esto también es mi patrimonio”, afirmó.
Ricardo López, vecino de la alcaldía Cuauhtémoc y microempresario turístico, señaló en su oportunidad que “el turismo representa el 15 por ciento del PIB nacional, más que el petróleo”.
“Si se regula sin escucharnos y se aplica una restricción del 50 por ciento (de días de renta al año), están condenando al turismo en esta ciudad. Estamos a favor de la regulación, sí, pero con diálogo y participación, no con exclusión”, expuso.
“No venimos a darle contentillo a nadie”, enfatizó en respuesta el secretario de Planeación, Ordenamiento Territorial y Coordinación Metropolitana, Alejandro Encinas Rodríguez, quien encabezó el foro, a nombre de la Jefa de Gobierno, Clara Brugada.
Aseguró que “este es apenas el inicio de una discusión que será amplia, democrática e inclusiva”.
Aseguró que se escucharán todas las voces de los sectores involucrados.
Además, Encinas Rodríguez adelantó que a partir del lunes se publicará la agenda de foros temáticos y sectoriales, en las 16 alcaldías y que habrá mesas específicas, incluida una sobre plataformas digitales el próximo 21 de agosto.
Encinas también reconoció que la gentrificación es producto de un modelo urbano excluyente, de la caída en la producción de vivienda y de un rezago histórico en infraestructura.
“Tenemos que revisar los usos de suelo, las vocaciones de desarrollo, y sobre todo garantizar el derecho a la ciudad. El reto no es solo regular, sino construir nuevas reglas de convivencia que fortalezcan el arraigo, la identidad y el acceso justo a la vivienda”, concluyó el secretario.
En el foro, llevado a cabo en el Museo de la Ciudad de México, en el Centro Histórico, también participaron vecinos de zonas como la Condesa, Hipódromo, Juárez y Escandón, consideradas de “alta tensión inmobiliaria”.
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