
Desde hace unas semanas tanto el nombre como el rostro de la actriz colombiana Paulina Dávila ha sido recurrente en las redes sociales al haber sido la encargada de interpretar a Graciela Fernández, la primera esposa de Roberto Gómez Bolaños Chespirito en Chespirito: Sin querer queriendo, que basada en las memorias del actor y escritor, se muestra cómo esa mujer apoyó, creyó e impulsó en sus proyectos a ese hombre que escribió un pasaje importante en la historia de la televisión.
He estado reflexionando mucho sobre eso porque yo creo que Graciela es una mujer que toca fibras con las que muchas podríamos conectar y empatizar. Para mí, Graciela no es sólo Graciela, es mi mamá, es mi abuela, es mi bisabuela, son las historias de mujeres que vivieron una época diferente a la mía y que tuvieron posibilidades y oportunidades muy distintas a las que yo he vivido, pero eso no quita que hayan vivido una vida con mucho poder y mucho amor en sus vidas. Siento que Graciela es una mujer con una dignidad, con una entrega y con muchas lecciones para una mujer como yo que me conectan con un lado de mí en el que de alguna forma puedo honrar y sublimar también a mis antepasadas”, expresó Paulina Dávila en entrevista con Excélsior.
Luego de hablar de lo que significó para ella ponerse en la piel de Fernández, Dávila compartió la responsabilidad que sintió de darle voz a una mujer que fue clave en la historia de un hombre que se convirtió en un referente de la cultura pop.
También es importante contar esta historia de esta mujer que sin ella no estaríamos aquí teniendo esta conversación porque nunca se hubiera podido dar todo lo que hizo Roberto Gómez que terminó siendo todo un fenómeno cultural a nivel Latinoamérica y si se puede decir, a nivel mundial en muchos sentidos. Sin Graciela sosteniéndolo, dándole las bases y siendo compañera, en muchos sentidos creativa también, en sus inicios, él no hubiera logrado lo que logró. Creo que es muy bonito y era una responsabilidad darle ese lugar a una mujer que nunca le interesó estar en el ojo del público, pero contamos su historia a través de los ojos de sus hijos que son guionistas de esta historia y compartieron conmigo detalles, historias y cómo ellos la veían”, relató.
Desde que inició la transmisión de Chespirito: Sin querer queriendo el pasado 5 de junio, hasta el día de ayer, que se transmitió el último capítulo, las redes sociales han resaltado la historia de Graciela Fernández y se han dedicado a señalar tanto a Gómez Bolaños, como a Florinda Meza, en la serie Margarita Ruiz, a quienes pintan como los que le provocaron dolor.
Estamos contando esta historia de ficción con unos personajes de ficción, que si bien es una historia inspirada en hechos reales, tiene licencias como toda ficción. Yo creo que la interpretación del público al final es libre y es más un reflejo de lo que somos como sociedad y no tiene mucho que ver con la historia en sí. Yo creo que aquí estamos interpretando personajes muy humanos que atraviesan unas circunstancias, que toman decisiones y que tienen consecuencias. El que se desate conversación y reflexión a partir de eso es un poco como la vida después de la serie y de lo cual no tenemos mucho control quienes fuimos actores en la serie”, puntualizó.
Dávila, a quien también se le puede ver en Los Gringo Hunters junto a Mayra Hermosillo y Harold Torres, se le verá pronto en Santita, serie dirigida por Rodrigo García que rodó en Baja California junto a Gael García Bernal.
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cva