
Aunque parezca natural y en algunos casos sí lo sea, esa capa brillante que recubre muchas manzanas en el supermercado no viene del árbol. Se trata de una cera comestible que se aplica después de la cosecha para conservar su frescura.
Y a raíz de un video en Tik Tok, muchas personas comenzaron a preguntarse si ¿es peligroso comer la cera de las manzanas? El aspecto brilloso puede dar confianza, pero también despierta dudas sobre qué tan segura es esa sustancia para la salud.
¿Qué tan seguro es consumir la cera de las manzanas?
Comer la cera que recubre a las manzanas no representa un peligro inmediato para la salud en la mayoría de los casos. Y como lo dijimos anteriormente, esta cera puede ser de origen natural como la carnauba o de resinas autorizadas por organismos reguladores, por lo tanto, se consideran seguras para el consumo humano
De hecho, su uso está aprobado por instituciones como la FDA en Estados Unidos y la Cofepris en México. Sin embargo, esto no significa que no haya controversias ni precauciones que considerar.
La función de la cera es proteger a la fruta durante el almacenamiento y transporte, ayudando a que conserve su humedad y firmeza natural. Aun así, algunas versiones de ceras pueden contener aditivos, conservadores o incluso residuos de pesticidas que quedan atrapadas entre la piel y el recubrimiento.
Aunque los niveles utilizados están regulados, personas sensibles o con alergias pueden reaccionar ante ciertos compuestos.
Otro factor importante es el exceso de confianza al ver la manzana limpia y brillante, porque esto provoca que muchos no las laven antes de comerlas. Esto puede ser un problema si hay residuos de tierra, bacterias o agroquímicos.
Por eso, aunque no es tóxica en sí, se recomienda lavar bien la fruta o incluso tallarla con un cepillo suave o agua con vinagre.
¿Por qué le ponen cera a las manzanas?
Como es bien sabido, las manzanas, al igual que muchas otras frutas, producen su propia capa de cera de forma natural. Pero durante el proceso de limpieza industrial, esa cera original se pierde.
Para compensarlo, los productores aplican una capa de cera comestible que no solo mejora su aspecto, sino que también prolonga su tiempo de vida. Esta capa ayuda a conservar la humedad, evita que se oxiden tan rápido y permite que luzcan más atractivas en los anaqueles del supermercado y en los tianguis.
Además, el recubrimiento reduce la pérdida de peso por evaporación, lo cual es clave durante el transporte o cuando las manzanas pasan días o semanas almacenadas antes de llegar al consumidor final. Sin esa capa, la fruta se vería opaca, se reblandecería más rápido y podría incluso echarse a perder antes de tiempo.
No todas las ceras son iguales porque algunas se elaboran con ingredientes naturales como cera de abeja o carnauba (que viene de una palma brasileña), mientras que otras son mezclas más complejas pero igualmente reguladas.
Aunque muchas personas prefieren evitar cualquier sustancia añadida, en este caso la cera cumple una función práctica que responde más a la conservación que a cuestiones estéticas.
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