
1. Decoro. Querétaro mantiene su reputación de tierra ordenada, con instituciones funcionales y ciudadanos exigentes. Y justo por eso, la visita de Gerardo Fernández Noroña fue un acto fallido desde el primer grito. El presidente del Senado llegó con el tono incendiario que lo hizo famoso en las redes, pero irrelevante en el gobierno: insultos al gobernador Mauricio Kuri, descalificaciones sin pruebas y una verborrea más propia de asamblea estudiantil. Felipe Felifer Macías, alcalde de Querétaro, le respondió que aquí no hay lugar para payasos políticos. Y tiene razón. Porque la investidura no se grita, se honra.
2. Factura digital. A Mónica Soto no le alcanzó la toga para protegerse del escrutinio público. Descubrió que en el siglo XXI el juicio más implacable no ocurre en tribunales, sino en redes sociales. Bastó una sentencia y una cena con Sergio Gutiérrez Luna, el esposo de la diputada Dato protegido, es decir, Diana Karina Barreras, para que la presidenta del TEPJF quedara retratada en un mural digital de contradicciones, poniéndola como la bruja del cuento. Sancionar a una ciudadana, Karla Estrella, por opinar, mientras se protegen relaciones de poder, no es ni justicia ni equidad de género. Mónica aprendió que el que obra mal, lo paga con memes.
3. Calidad Moral. Ayer el senador guanajuatense Ricardo Sheffield, que ha brillado por su ausencia en las discusiones más ríspidas en el Senado de la República, exhortó a Iván Escalante Ruiz, titular de la Profeco, a revelar los nombres de los morenistas que han pedido favores para evitar sanciones. Esto generó ruido entre los empresarios gasolineros, quienes se preguntaron: ¿y si Sheffield revela los nombres de todas las víctimas de extorsión que durante su gestión fueron obligados a dar una cuota mensual para “brincarse” las verificaciones? Como diría el clásico: para tener la boca grande, primero hay que tener la cola corta.
4. Extraviada. La regidora morenista Juncal Solano, influencer reciclada en funcionaria, decidió usar su plataforma no para condenar la amenaza criminal de una compañera de partido, sino para culpar… al PAN. Así como suena… Mientras una servidora pública en Celaya soltaba “me cuesta dos mil pesos que te desaparezcan”, una joya del autoritarismo de banqueta, Solano salía en defensa del color guinda, no del ciudadano. Para colmo, atacó a la funcionaria-sicaria pensando que militaba en el PAN de Jorge Romero, pero oh, sorpresa, lo hace en Morena, bajo el liderazgo de Luisa María Alcalde. ¡Plop! Cuando los aplaudidores fallan…
5. Semilla firme. Juan Ramón de la Fuente, de la SRE; Julio Berdegué, de Agricultura; Alejandra del Moral, de la Amexcid, y Sarah Hearne, del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo, firmaron un pacto para cultivar soberanía alimentaria, en línea con el Plan México, de Claudia Sheinbaum. En el papel, cooperación científica, resiliencia agrícola y seis estados como campo de pruebas. En la práctica, comunidades rurales esperando que esta vez les cumplan. Bonita la foto en Cancillería, pero la milpa no florece con convenios, sino con resultados. México es justo lo que espera.