
David Pablos acompañó a varios traileros durante la investigación de campo que hizo, luego de hacer una profunda investigación teórica, para poder adentrarse en ese mundo de carreteras, de largas jornadas sin dormir, de consumo de estupefacientes y de paradas en las llamadas cachimbas, esos restaurantes de las carreteras en las que conviven los traileros, para poder darle forma a En el camino, cinta que aborda la relación amorosa entre dos conducrores y fue seleccionada en la Sección Orizzonti de edición 82 del Festival de Cine de Venecia.
Me parece muy interesante el contexto de estos hombres nómadas que generan vínculos muy peculiares porque aunque tengan una familia, no terminan de estar del todo con ella, no terminan de pertenecer del todo y entonces forman un tipo de relaciones entre ellos. Ellos generan una manera de comunicarse, generan una hermanad del camino, hay una serie de códigos de la vida trailera que me empezó a parecer muy interesante y el mundo en sí mismo. El hecho de que vivan transitando carreteras, de que conozcan el país entero, de que su casa sea esta máquina itinerante que es bastante peculiar y todas las peripecias que viven en el camino, desde la inseguridad de las carreteras, la violencia, las adicciones y el ritmo de trabajo tan complejo, todo eso que va maquillando y definiendo este mundo me pareció fascinante”, contó a Excélsior David Pablos.
Con respecto a ciertas cosas que le impactaron durante su investigación, David Pablos vio que es un mundo en el que el consumo de drogas es algo muy recurrente, en muchos de ellos, para poder mantenerse despiertos por largas horas.
Principalmente el perico (cocaína) que es lo que ellos toman para aguantar las larguísimas jornadas de trabajo. De verdaz es muy común, yo le preguntaba a los distintos traileros cuál es más o menos el máximo de tiempo que has pasado sin dormir, viajando sin descanso, y me decían una semana. Es bastante más común de lo que puedes pensar que aguanten esas jornadas tan largas y es bastante más común de lo que uno pensaría la adicción al perico dentro del mundo trailero”, compartió.
El también director de Las elegidas o El baile de los 41, se fue con su equipo de producción a Ciudad Juárez, Chihuahua para castear a la gente de la región que aparece En el camino. Para la historia central, Pablos casteó al actor Osvaldo Sánchez, a quien hace poco vimos como el villano de Correr para vivir de Gerardo Dorantes, así como al actor natural Víctor Prieto Simental, a quienes juntó durante un rato para que generaran vínculos.
Trabajé mucho con ellos de la mano de Patricia Ortiz (coach actoral) dándole a Víctor bases actorales y por otro lado Osvaldo creando una relación con Víctor, creando una complicidad que eso se ve en la película y Osvaldo hizo un trabajo muy hermoso de compenetrarse con traileros, estuvo semanas viajando con ellos él probó lo que es no dormir, probó lomque es dormir en el tráiler, estuvo yendo a Cachimbas y aprendió a manejar un tráiler en la vida real. Fue un trabajo muy profundo el que hicieron ellos dos, de dejar el cuerpo y el corazón en esta película”, compartió el director tijuanense de 41 años.
Ante la pregunta de qué siente que le dio la realización de En el camino como director y como ser humano, Pablos se sinceró.
Ésta es una película que siempre me generó muchísimo vértigo porque la considero una película muy personal aunque no tenga nada que ver con mi historia de vida y los personajes sean totalmente ajenos a mí, hay algo que tiene que ver con el discurso que la película genera, que la película habla sobre la masculinidad, que habla sobre relaciones afectivas entre hombres en contextos muy violentos. Lo que me doy cuenta ahora que ya está por estrenarse y que ya empiezo a hablar sobre el proyecto es que me genera muchísimo vértigo y esta película toca una fibra muy sensible y profunda y eso me hace sentirme más a flor de piel”, relató Pablos.
Cuando se le cuestionó si podía definir a qué se refería cuando hablaba de que la cinta toca una fibra sensible y profunda, Pablos compartió: “Hay dos temas: la masculinidad y la paternidad, son dos ejes de la película que al mismo tiempo están conectados y van de la mano”, expresó.
En el camino, Osvaldo Sánchez, quien le da vida a Muñeco es un padre de familia que se dedica a manejar un tráiler mientras que Víctor Prieto Simentel, que le da vida a Veneno, carga con la gran herida que tiene con su padre. Ambos personajes coinciden en la vida de una manera amorosa y por ciertas circunstancias deciden viajar juntos y se meten constantemente en problemas.
David Pablos está afinando los últimos detalles de En el camino y comentó que se siente orgulloso al saber que hay mucho talento en México y que en esta edición del Festival de Cine de Venecia habrá más mexicanos presentando proyectos en otras secciones.
Para saber
La cinta se rodó durante seis semanas en Ciudad Júarez Chihuahua.
Se rodó en los meses de octubre y noviembre
Para David Pablos Ciudad Juárez tiene un encanto muy particular y la definió como una especie de Mad Max.
La cinta cuenta con talento natural de Ciudad Juárez, Chihuahua.
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