
Por Samantta Hernández Escobar
El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, imploró a los gobiernos del mundo a que presenten nuevos planes climáticos amplios antes de la cumbre climática COP30 de noviembre en Brasil, diciendo que la era de los combustibles fósiles está llegando a su fin.
El mundo ha “pasado el punto de no retorno” en la transición hacia las energías renovables, aseguró.
Este martes 22 de julio, Guterres ofreció un discurso clave en la sede de la ONU en Nueva York. Titulado “Un momento de oportunidad: potenciar la era de la energía limpia”, su mensaje fue claro: el mundo atraviesa una crisis múltiple, pero también vive el inicio de una nueva era energética con enormes oportunidades.
“La era de los combustibles fósiles está fracasando. Estamos presenciando el principio de su fin”.
Destacó que la energía limpia ha dejado de ser una aspiración para convertirse en un hecho económico y político. En 2023, la inversión global en renovables alcanzó los 2 billones de dólares, superando en 800 mil millones a los combustibles fósiles. Esto marca un cambio estructural en los flujos financieros globales.
En su discurso, aseguró que “las energías renovables son el boleto de salida de la era fósil: más baratas, más limpias y más seguras”.
Energías renovables: más baratas, accesibles y estratégicas
Datos recientes de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) revelan un giro drástico en la competitividad energética: la energía solar es hoy 41% más barata que su alternativa fósil, y la eólica marina, 53%.
Además, más del 90% de las nuevas instalaciones renovables generan electricidad más barata que la opción fósil más económica.
El avance renovable ya impacta la economía global. En 2023, los sectores de energía limpia representaron el 10% del crecimiento del PIB mundial. Países como China, India, Estados Unidos y la Unión Europea están liderando esta transformación. A nivel laboral, las energías limpias ya emplean a 35 millones de personas, superando al sector fósil.
“Tenemos las herramientas para alimentar el futuro. La elección es clara: energía limpia o colapso climático”, precisó el secretario.
Para Guterres, el mayor riesgo actual a la seguridad energética son los propios combustibles fósiles. “Dejan a países y personas a merced de los precios, las interrupciones de suministro y la inestabilidad geopolítica”, dijo.
La invasión rusa a Ucrania ejemplificó cómo una guerra puede detonar una crisis energética global.
Aseveró que los combustibles fósiles son el mayor obstáculo para un futuro energético seguro, limpio, saludable y pacífico.
Accesibilidad y soberanía energética: el poder en manos de las personas
Las energías renovables permiten mayor equidad: pueden llegar a zonas rurales, ser gestionadas a pequeña escala y disminuir la dependencia energética. “No hay picos de precio para la luz solar, ni embargos para el viento”, afirmó el secretario general.
A pesar de los avances, persisten grandes brechas. África, con el 60% del mejor potencial solar global, solo recibió el 2% de la inversión en energía limpia en 2023. El llamado de Guterres fue a acelerar una transición justa, que no deje atrás a trabajadores fósiles, comunidades vulnerables ni países en desarrollo.
Seis áreas clave para acelerar la transformación
Guterres presentó un plan con seis líneas de acción urgentes:
Planes climáticos nacionales ambiciosos, especialmente en el G20.
Inversión en infraestructura moderna, como redes inteligentes y almacenamiento energético.
Atender la nueva demanda eléctrica con renovables, ante el crecimiento de tecnologías como la IA.
Transición energética justa, con capacitación y protección social.
Comercio e inversión como herramientas climáticas, mediante tratados y cadenas resilientes.
Reforma financiera global, para liberar capital hacia países en desarrollo.