
Todo el mundo usa máscaras. A veces para ser aceptado en un círculo, o tan sólo para causar una buena impresión. Pero con el tiempo, esos cascarones que nos protegen de los estigmas suelen romperse. Algo así ha experimentado el músico colombiano J Balvin.
Hoy, el reguetonero se da la oportunidad de divertirse creando. No es que antes no disfrutara hacer música, pero entonces pensaba en todo lo que implica un disco: desde los cimientos hasta la promoción. Ahora, con su reciente lanzamiento Mixteip, simplemente se deja llevar.
Un día llegué al estudio y pensé: tenemos estas canciones que me encantan, ¿por qué no las compartimos antes del próximo álbum? La verdad, no fue algo planeado. Grabamos lo que sentimos, elegimos las canciones que más nos gustaban y las sacamos para que la gente las disfrute”, cuenta.
Ese disfrute viene acompañado de cierta nostalgia. Balvin recuerda cuando la música no estaba al alcance de un clic. Era una época en la que incluso había que recurrir a la piratería para escuchar a tu artista favorito.
Los primeros mixtapes que escuché eran en CD. Caminando por Nueva York, muchos artistas emergentes vendían su música en la calle. Me encantaba descubrir nuevas voces, y eso me inspiró también a hacer un mixtape”, recuerda.
Hoy, aunque las formas de distribución han cambiado, el artista todavía valora aquella forma de acercarse a la música callejera, comprando discos en mercados informales y escuchándolos en las fiestas.
Eso no sólo era importante, lo sigue siendo. Siempre he querido aportar a la cultura. Muchos de esos mixtapes eran piratas, pero nos acercaban a la música, a la fiesta, al reguetón”, afirma.
Este experimento, donde incluso incursiona en la salsa junto a Gilberto Santa Rosa, tiene dos temas clave. El primero, Bruce Wayne, abre el disco. En él, José retrata la dualidad de su vida como artista y como persona, una idea que hoy maneja con más naturalidad.
Bruce Wayne me representa mucho. Siempre me ha gustado el personaje porque siento que todos los artistas llevamos una doble vida: la personal y la del escenario. Y hay que aprender a separar una de la otra. De eso trata la canción”, explica.
Para mí no es complicado. Es como quitarse la máscara cuando termina el show. Tengo una familia y amigos que me mantienen con los pies en la tierra, que valoran a José, no al personaje. Eso me permite cuidar y disfrutar mi espacio personal”, agrega.
Y al final del disco, como un cierre espontáneo que encaja perfecto, aparece ¿Dónde está José?, un tema diseñado para que cualquier fan o artista pueda hacer su propia versión.
Dejamos sólo el beat, el instrumental. Queríamos ver qué salía de ahí. Y apenas dos horas después del lanzamiento, ya había artistas emergentes haciendo sus versiones. Me encanta que funcione como una plataforma para otros”, dice.
Aunque ése es el final del mixtape, falta un paso importante: llevar esta música al escenario. En diciembre, Balvin se presentará en el festival Flow Fest en la Ciudad de México, un país que considera fundamental en su carrera.
Acabamos de regresar de una gira muy exitosa por Europa, y sin duda México, que es un país tan querido y que me ha apoyado tanto, siempre es especial. Ahí estaremos con muchas sorpresas”, promete.
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clm