
martes 22 de julio de 2025
Los tipos malos 2 (The Bad Guys 2, 2025) encuentra a la pandilla luchando por encontrar confianza y aceptación en sus nuevas vidas como «Tipos Buenos». Sin embargo, son sacados de su retiro por un escuadrón de delincuentes exclusivamente femenino, forzándolos a un «último trabajo».
La primera película de 2022, basada en la saga de libros de Aaron Blabey, se destacaba por su enfoque en un público preadolescente. Sus personajes tenían un trasfondo ligado a la mafia y la compleja búsqueda de una imagen bondadosa, elementos que la diferenciaban de las películas infantiles clásicas. Para esta segunda entrega, el tono se vuelve inconsistente, oscilando entre lo infantil y lo adulto. Si bien aborda temáticas complejas como la reinserción social tras una mala reputación (el Lobo y su pandilla intentan reintegrarse después de cumplir condena, enfrentando la desconfianza de algunos que aún los ven como «malos»), la ejecución deja que desear. La tristeza del Lobo por no ser aceptado es un punto emocional fuerte, pero no se explora con la profundidad necesaria.
La trama principal de Los tipos malos 2 toma algunas libertades respecto a la primera película, pero sin desviarse de la fórmula de espionaje y gánsteres. La misión es sorprendentemente simple, pero el film pierde el rumbo en el segundo acto. El argumento se vuelve predecible y avanza en «piloto automático», olvidando incluso la misión inicial y a sus propias villanas. El escuadrón femenino, compuesto por Kitty Kat, Jabalinda y Sombra, prometía en sus primeras apariciones con su actitud maniática y audaz. Sin embargo, a medida que la película avanza, el trío decae, y sus acciones se vuelven completamente predecibles, volviéndolas intrascendentes tanto para el espectador como para la trama.
A diferencia de su predecesora, que equilibraba con maestría el camino hacia la bondad con la intriga del espionaje, Los tipos malos 2 prioriza excesivamente la acción. Esto diluye los valores de amistad y bondad que impulsaron la primera entrega, a pesar de que la película los usa como punto de partida. Esta elección hace que la película se sienta menos «humana» y se enfoque casi exclusivamente en los atracos, volviéndose frívola y llevando la fantasía a niveles que superan los estándares establecidos por la original.
Los tipos malos 2 es un claro ejemplo de que no toda película exitosa necesita una secuela. Es relativamente sencillo replicar la fórmula de una historia divertida y amigable, pero lo verdaderamente desafiante es capturar el encanto original. Esta secuela es básica, poco arriesgada, y fracasa en presentar villanas memorables, dejándolas como meros adornos en una trama que no logra trascender.